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Por qué 'salir de tu zona de confort' es realmente un mal consejo (y qué hacer en su lugar)por@rimaeneva
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Por qué 'salir de tu zona de confort' es realmente un mal consejo (y qué hacer en su lugar)

por Rima Eneva8m2024/07/10
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Demasiado Largo; Para Leer

La zona de confort se refiere a nuestra red de seguridad psicológica, mantenida por el autoconcepto. Tenemos un concepto de nosotros mismos: el conjunto de ideas que tenemos sobre quiénes somos y qué hacemos o no hacemos. A medida que envejecemos, nuestra idea de nosotros mismos se vuelve más sólida y, por lo tanto, estamos menos abiertos a experimentar cosas nuevas o a salir de nuestra zona de confort.
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¿Recuerdas el pequeño garabato que hice para explicar por qué la motivación no funciona?



Hoy nos centraremos en la parte de la zona de confort.


Muchos entrenadores, oradores motivacionales y gurús en línea dicen la frase: "Todo lo que deseas está al otro lado de tu zona de confort". Suena inteligente. Como, "Gracias, Capitán Obvio", inteligente. Se salen con la suya diciendo algo que suena como un consejo autorizado sin ofrecer nada de valor real.


Es un mal consejo porque se comunica de una manera que no llega a la mayoría de las personas y, por lo tanto, no funciona.


Propongo reformarlo para que diga: "Todo lo que deseas está dentro de tu zona de confort, siempre que estés dispuesto a estirarlo".


Dejame explicar.

¿Qué es la zona de confort?

La zona de confort se refiere a nuestra red de seguridad psicológica, mantenida por el autoconcepto. A menudo decimos cosas como "Soy el tipo de persona que..." o "Nunca haría X". Tenemos un concepto de nosotros mismos: el conjunto de ideas que tenemos sobre quiénes somos y qué hacemos o no hacemos. Es como un modelo mental que dicta nuestros comportamientos, preferencias y límites percibidos.


Entonces, una zona de confort es una extensión del autoconcepto que nos ayuda a sentirnos seguros y en control. El mundo es demasiado loco e impredecible para que seamos "fluidos" y abandonemos nuestra zona de confort con frecuencia.


Imagínese intentar aprender una nueva habilidad y al mismo tiempo cuestionar toda su identidad: imposible, ¿verdad? El autoconcepto nos brinda la estabilidad que necesitamos para explorar nuevas experiencias y crecer de manera segura. Sin embargo, a medida que envejecemos, nuestra idea de nosotros mismos se vuelve más consolidada y, por lo tanto, estamos menos abiertos a experimentar cosas nuevas o a salir de nuestra zona de confort.


Cuando nos dicen que "salgamos de nuestra zona de confort", nos sentimos abrumadores y aterradores porque chocan con la identidad que hemos construido. El cambio parece demasiado drástico e intimidante, y refuerza los límites de nuestra zona de confort.


Así es como se ven los consejos típicos:



En un nivel intelectual, puede que no lo parezca, pero en un nivel más profundo (el sistema nervioso, el nivel emocional, psicológico, de personalidad y subconsciente) salir de tu zona de confort equivale a adentrarse en lo desconocido, también conocido como la zona del pánico. .


Todo dentro de nuestros sistemas biológicos y psicológicos ama la estabilidad. El sistema nervioso y el ego están diseñados para protegerte; ahí es donde reside tu concepto de ti mismo.


Entonces, si siempre pensaste que no eras un "tipo deportista", pero te inspiraste en un influencer de YouTube que te "motivaba" a superar el miedo y decidiste asistir a una clase de CrossFit mañana, estás entrando en un peligro. zona. Sorprendes al sistema y entras en pánico.


Ir en contra de su(s) sistema(s) es como tratar de estirar una banda elástica enrollada alrededor de un árbol. Solo puedes llegar hasta cierto punto antes de que te devuelva al punto de partida. La motivación disminuye y terminas volviendo al punto de partida, sintiéndote peor contigo mismo por no sostener el cambio. Este ciclo refuerza las creencias negativas sobre tus capacidades, dejando una sensación de fracaso.


En lugar de ello, deberíamos centrarnos en ampliar gradualmente nuestras zonas de confort, ampliándolas para abarcar nuevas experiencias sin abandonar la seguridad que nos brindan.


La versión actualizada de los consejos sobre la zona de confort tiene este aspecto:


En la versión actualizada, estás a 3 pasos de la zona de pánico, lo que te hace sentir mucho más seguro y reconfortante.

¿Cómo se ve esto en la práctica?

La mente es genial porque es capaz de proyectar escenarios futuros y visualizar resultados ideales. Sabemos cómo debería ser el resultado final. Pero a menudo imagina un resultado perfecto, 10 sobre 10, en lugar de una meta realista basada en su posición actual.


Esto se ve exacerbado aún más por las redes sociales, donde nos bombardean constantemente con imágenes de otras personas que aparentemente viven perfectamente, 10 de cada 10 vidas. Vemos las mejores relaciones, las casas más hermosas, los estilos de vida más ricos, etc. Esta exposición constante puede distorsionar nuestra percepción del éxito y la felicidad, haciéndonos establecer nuestras metas basándonos en estas representaciones idealizadas, aunque muy poco realistas.


De todos modos, esto es lo que la mente tiende a hacer:



Cuando comparamos constantemente nuestra posición actual con ese 10 perfecto, puede resultar desmotivador. Si obtienes un 2 en una escala del 1 al 10, la brecha entre 2 y 10 parece desalentadora, lo que a menudo te lleva a la frustración y a renunciar porque alcanzar un 10 parece imposible.


En lugar de fijarnos en el resultado final, deberíamos centrarnos en el progreso incremental (lo sé, nada nuevo). Evalúe dónde se encuentra ahora y apunte al siguiente paso en la escala.




Si estás en un nivel 2, concéntrate en llegar a un nivel 3. Divide tu viaje en pasos más pequeños y alcanzables. Defina cómo se ve un 4, luego un 5, y así sucesivamente.


Mida su progreso con respecto al paso anterior, no con el resultado final.

De esta manera sentirás:

  • Motivado: Alcanzar pequeños hitos proporciona frecuentes impulsos de motivación.


  • Cumplido: Cada paso adelante es una victoria, lo que hace que el viaje parezca más manejable.


  • Persistente: al concentrarse en el siguiente paso en lugar de en la meta distante, es menos probable que se sienta abrumado y es más probable que persista a través de los desafíos.

Ejemplo: mejorar la autoestima hablando en público

Escenario: Tienes baja autoestima y te cuesta hablar en público (un ejemplo personal 😊). La idea de dar un discurso frente a una gran audiencia (un 10 sobre 10 en tu escala de miedo) parece abrumadora e imposible.


  • Estado actual (zona de confort): Puedes hablar cómodamente con un pequeño grupo de amigos.


  • Siguiente paso: Ofrézcase como voluntario para compartir una breve opinión o historia durante una discusión en un grupo pequeño en el trabajo o en una clase.


  • Paso siguiente: una vez que te sientas más cómodo hablando en grupos pequeños, únete a un club Toastmasters local o a un grupo de oratoria similar donde puedas practicar hablar frente a una audiencia un poco más grande y con más apoyo. (No me uní a Toastmasters, pero postulé para convertirme en líder de equipo junior en mi curso de marketing, donde estoy en Zoom respondiendo las preguntas de otros estudiantes, a veces, sobre temas de los que sé poco, por lo que me abro a la 'humillación' pública. ).


  • Mayor expansión: después de ganar confianza en este entorno, desafíese a sí mismo a realizar una breve presentación o hablar frente a una audiencia mediana, como en un evento comunitario o una reunión más grande en el trabajo. (Realizo reuniones diarias en mi trabajo y la mitad del tiempo estoy sentado allí sudando y con la cara roja 😁).


  • Pasos adicionales: a medida que sigas generando confianza, intenta realizar presentaciones o charlas más largas ante audiencias aún más amplias, hasta llegar a pronunciar un discurso en un evento o conferencia importante.


La escala gradual podría aplicarse a cualquier área de tu vida. No importa si estás intentando correr un maratón o hacer nuevos amigos, establecer objetivos alcanzables, escribir lo que cada uno significa para ti y luego seguirlos te ayudará a salir de tu zona de confort.

Cómo salir de tu zona de confort al instante

El enfoque anterior se centra en ampliar gradualmente su zona de confort con el tiempo. Ahora, exploremos una forma inmediata de cambiar su concepto de sí mismo y participar en actividades que "normalmente no hace".


Un problema con nuestro concepto de nosotros mismos es que a menudo asumimos que los demás nos ven de la misma manera que nosotros nos vemos a nosotros mismos. Creemos que tienen la misma información sobre nosotros que nosotros, pero, por supuesto, no es así. Una buena forma de practicar cómo salir de tu zona de confort es hacer algo que normalmente nunca harías en público.

Variantes de tareas

Estas tareas fomentan la apertura, la sinceridad y la espontaneidad sin pretensiones ni manipulación. El objetivo es que la otra persona sienta que sus acciones son genuinas y no únicamente por el bien de la tarea.

Tareas lúdicas:

  1. Interactúa con extraños: Pídele a alguien en la calle cómo llegar, la hora o si quieres andar en bicicleta.


  2. Participar en actos espontáneos: ayudar a alguien a cruzar la calle, ayudar a cargar la compra, etc.


  3. Experimente el lujo: pruebe un automóvil caro, pruébese ropa de alta gama o tome un café en un restaurante de lujo.


  4. Planifique una cita inesperada: programe una cita en una peluquería para afeitarse la cabeza y cancélela más tarde.


¿Sabes lo que hice? Saqué una plancha a caminar.


Lo envolví en una toalla, lo metí en una bolsa y lo arrastré por el bloque sujetando su cordón. Las miradas y comentarios que recibí no tienen precio. La gente se reía y me preguntaba qué estaba haciendo y por qué.


Un señor mayor incluso dijo que pensaba que sus ojos lo estaban engañando: al principio pensó que estaba paseando a un perro, pero luego se dio cuenta de que el ruido no era correcto (resulta que arrastrar una bolsa de plástico sobre el concreto es bastante ruidoso 😁). Alegró el día de todos y toda la experiencia fue muy divertida.


Me tomó 45 minutos reunir el coraje para hacerlo, pero una vez que salí, ¡me sentí tan feliz y libre! Estaba haciendo algo ridículo y fue divertido. Pero también liberador porque de verdad y honestamente a nadie le importas un carajo.


Pero para las personas serias, también tengo algunas tareas terapéuticas:


  1. Reconectarse: habla con un amigo, familiar o expareja con quien hayas perdido contacto.


  2. Expresar emociones: agradecer, disculparse o perdonar a alguien hablando con él directamente.


  3. Pida ayuda: solicite ayuda con algo que le resulte difícil, como conducir u otra tarea.


Al participar en estas actividades aparentemente tontas, puedes salir instantáneamente de tu zona de confort y desafiar tu concepto de ti mismo. Estas tareas le ayudarán a darse cuenta de que las personas no conocen sus comportamientos habituales, lo que le dará la libertad de probar cosas nuevas y ampliar sus límites sin temor a ser juzgado.

Puntos clave

  • Zona de confort: Tu red de seguridad psicológica, mantenida por tu autoconcepto.


  • El consejo de "salir de tu zona de confort" no es bueno. Puede resultar abrumador e ineficaz. En lugar de ello, concéntrate en ampliar gradualmente tu zona de confort.


  • Establezca objetivos pequeños y alcanzables para ampliar gradualmente su zona de confort.


  • Pasos prácticos: identifique su estado actual, apunte al siguiente pequeño paso y mida el progreso de forma incremental.


  • Formas prácticas de ampliar su zona de confort: tareas lúdicas.


Al concentrarse en estas tareas pequeñas y manejables, puede ampliar su zona de confort sin abrumarse.


Si decides probarlo, ¡diviértete!


Foto de Bernard Hermant en Unsplash