Tomamos cientos de decisiones a lo largo del día, la mayoría de ellas de forma automática y sin mucho esfuerzo por nuestra parte. La sobrecarga de información, los sesgos cognitivos, las limitaciones de tiempo y las influencias sociales y emocionales pueden llevarnos a sacar conclusiones rápidas y, a veces, irracionales.
Nuestras creencias y visiones del mundo actúan como filtros que afectan a qué información prestamos atención y cómo la interpretamos. La falta de conciencia puede dificultar aún más el reconocimiento y el control de estos juicios automáticos.
El pensamiento crítico no es natural. Es más probable que nuestra conducta se motive por nuestros sentimientos y emociones que por argumentos bien razonados. Es igual de probable que nos convenzan los argumentos irrelevantes que los relevantes, y es más probable que presentemos argumentos sesgados, selectivos, parciales, unilaterales e incompletos que argumentos bien razonados, justos, reflexivos, precisos y completos. A menudo preferimos los ataques a los motivos de una persona a los ataques a sus razones. Hacemos suposiciones que no están justificadas, creamos argumentos falaces a partir de fragmentos de puntos de vista opuestos, planteamos dilemas falsos y sacamos conclusiones apresuradamente.
—Robert Carroll
La escalera de inferencia es un poderoso modelo mental que explica cómo hacemos estas evaluaciones o decisiones rápidas.
Cada paso del proceso de toma de decisiones está representado por un peldaño de la escalera. Se empieza desde abajo y se va subiendo cada peldaño antes de tomar una decisión y actuar. El ascenso y descenso de la escalera suele producirse de forma inconsciente y muy rápida en el cerebro, lo que provoca lagunas en el proceso de pensamiento y razonamiento, hace que se saquen conclusiones precipitadas y se tomen malas decisiones.
Hay 7 peldaños en el
Observación
En la parte inferior de la escalera, se empieza con datos y hechos en bruto. Son cosas que se pueden ver, oír u observar directamente. En esta etapa, simplemente se asimila la realidad de lo que está sucediendo sin hacer todavía ninguna interpretación.
Datos Seleccionados
A continuación, de la gran cantidad de datos disponibles, seleccionas inconscientemente ciertos datos en los que centrarte, a menudo en función de tus creencias, experiencias y prejuicios personales. Te centras en ciertos detalles en función de tus propias preferencias o agenda y no tienes en cuenta todos los datos disponibles al tomar una decisión.
Después de seleccionar los datos, se les añade significado. Esto implica interpretar los datos en función de las creencias, suposiciones y experiencias pasadas. Se empiezan a formar opiniones y a darle sentido a la información.
Supuestos
En este punto, empiezas a hacer suposiciones sobre el significado de los datos, a menudo sin tener en cuenta si son válidas o no. A menudo, estas suposiciones no se formulan en forma explícita, pero guían tu pensamiento. Están influenciadas por tus antecedentes, tu experiencia pasada y tus modelos mentales.
Conclusiones
Ahora, saca conclusiones basadas en tus suposiciones sobre el significado de los datos. Estas conclusiones pueden ser pensamientos o decisiones explícitas.
Creencias
Tus conclusiones refuerzan tus creencias existentes, que pueden estar profundamente arraigadas. Esto puede conducir a un círculo vicioso en el que tus creencias influyen en la forma en que tomas decisiones, y luego esas decisiones consolidan tus creencias, lo que repercute aún más en la forma en que piensas y actúas en situaciones futuras.
Comportamiento
Finalmente, tomas medidas que parecen correctas porque se basan en lo que crees. Sin embargo, en realidad, tus acciones están motivadas por tus suposiciones y no se basan en la realidad.
Los juicios son la clasificación automática de una persona o situación simplemente porque alguna característica le resulta familiar al observador (por lo tanto, lo que esa característica significaba antes debe significar nuevamente ahora). La familiaridad es cómoda, pero esos juicios hacen caer el telón, impidiendo efectivamente que el observador vea el resto de la obra.
—Gavin de Becker
Nuestras acciones en cualquier situación dada están determinadas por la forma en que percibimos la situación. Todos podemos llegar a diferentes conclusiones, según los aspectos de la situación en los que decidamos centrarnos y cómo interpretemos lo que está sucediendo.
Si utilizas conscientemente la escalera de inferencia como herramienta para tomar decisiones, podrás ser más consciente de los procesos de pensamiento que subyacen a tus elecciones y podrás evaluar si tus decisiones se basan en la realidad o en suposiciones.
Esta conciencia le permitirá tomar decisiones más informadas, objetivas y racionales, reduciendo la posibilidad de sesgo y razonamiento erróneo. Si se emplea correctamente, la escalera de inferencia:
Ayuda a las personas y a los equipos a mejorar la comunicación haciendo explícitos los procesos de pensamiento y las suposiciones implícitas, reduciendo los malentendidos.
Ayuda a resolver conflictos al permitir que todos comprendan cómo ellos y los demás llegan a sus conclusiones y juicios.
Mejora la toma de decisiones al fomentar un enfoque más reflexivo y razonado, lo que reduce la influencia de los sesgos. Esto puede conducir a una resolución de problemas más eficaz y a mejores resultados.
Alienta a las personas a considerar puntos de vista y perspectivas alternativos. Esto puede generar una mentalidad más abierta y una disposición a explorar diferentes opciones y soluciones.
Los líderes pueden usarlo para comprender los procesos de pensamiento de su equipo, fomentando un mejor liderazgo y colaboración.
Todo comienza con la comprensión de que:
Al contrario de lo que nos hacen creer, pensar mejor no tiene que ver con ser un genio, sino con los procesos que utilizamos para descubrir la realidad y las decisiones que tomamos una vez que lo hacemos.
—Shane Parrish
Cuando se enfrenta a una decisión, especialmente si es compleja o importante, desacelere deliberadamente el proceso. Reconozca que usted y los demás están subiendo esta escalera continuamente, a menudo sin pensarlo conscientemente.
Ahora, sigue estos pasos:
Identifica en qué peldaño de la escalera te encuentras actualmente.
Ahora que sabes en qué peldaño estás, puedes volver a bajar por la escalera para tomar decisiones más deliberadas.
A continuación se presentan preguntas que debe hacer en cada etapa de la escalera: comience con el peldaño del paso 1 y vaya bajando por la escalera.
Observación
Datos Seleccionados
Interpretaciones
Supuestos
Conclusiones
Creencias
Comportamiento
Después de haber ido bajando por la escalera, probablemente seas mucho más consciente de tu proceso de razonamiento y de las suposiciones que hayas podido hacer. Ahora, intenta subir por la escalera, esta vez de forma más consciente y deliberada.
Si sigue este proceso de tres pasos, podrá adoptar un enfoque más disciplinado y consciente de la toma de decisiones. Esto le ayudará a garantizar que sus decisiones se basen en una base sólida de datos, un análisis minucioso y una conciencia de los riesgos.
Para mejorar aún más sus habilidades de toma de decisiones, haga estas preguntas:
Hacer preguntas ayuda a las personas a adquirir perspectiva y a comprender las perspectivas de los demás. Al ver los problemas desde diferentes puntos de vista, aprenden a apreciar su complejidad y también amplían el abanico de posibles soluciones.
—Michael J. Marquardt
Para ayudar a otras personas a tomar mejores decisiones utilizando la Escalera de inferencia, puede hacerles una serie de preguntas reflexivas que fomenten la reflexión, el pensamiento crítico y un análisis más profundo de su proceso de pensamiento. Estas preguntas están diseñadas para guiarlas a través de cada etapa de la escalera y promover un proceso de toma de decisiones mejor informado.
Estas son las preguntas que debes hacerle a otras personas en diferentes peldaños de la escalera:
Observación
Datos Seleccionados
Interpretaciones
Supuestos
Conclusiones
Creencias
Comportamiento
Escenario: usted es un gerente que lidera un equipo de varios desarrolladores.
Observación
Estás mirando los datos de rendimiento de todos tus desarrolladores.
Datos Seleccionados
Jim ha incumplido varios plazos.
Verificación de la realidad: Jim ha incumplido varios plazos. Varios de los proyectos en los que trabajó no tenían requisitos claros, los plazos de entrega eran muy estrictos y sus gerentes de producto hicieron muchos pedidos ad hoc en el último minuto.
Interpretaciones
Jim no tiene las habilidades para manejar las tareas adecuadamente.
Verificación de la realidad: no se puede culpar a Jim por no cumplir con estos plazos.
Supuestos
Si Jim no ha podido entregar a tiempo, no debe ser un buen ingeniero de software.
Verificación de la realidad: es su responsabilidad asegurarse de que su equipo obtenga claridad sobre los requisitos y disponga de plazos razonables para cumplirlos.
Conclusiones
Tendré que despedir a Jim si sigue incumpliendo los plazos.
Verificación de la realidad: es necesario involucrarse más en la fase de planificación del producto.
Creencias
Sólo los ingenieros con talento pueden tener éxito en el campo de la tecnología. Jim no está hecho para la ingeniería de software.
Verificación de la realidad: los buenos ingenieros no nacen, se hacen.
Comportamiento
Supervisarlo de cerca hasta el punto de microgestionar sus tareas para garantizar que complete su trabajo a tiempo.
Verificación de la realidad: mejore el proceso de planificación para garantizar que su equipo sea productivo y rinda al máximo.
En lugar de suponer y sacar conclusiones apresuradas, deténgase y pregúntese si es realmente cierto o si está inventando cosas. Reflexionar conscientemente sobre sus propios pensamientos de esta manera puede permitirle tomar decisiones más informadas, objetivas y racionales, lo que reduce la posibilidad de sesgos y razonamientos erróneos.
Tomamos muy pocas decisiones conscientemente porque nuestro cerebro está entrenado para funcionar en piloto automático y toma la mayoría de las decisiones por nosotros.
Si bien estos juicios y conclusiones automáticos pueden resultarnos útiles en determinadas situaciones, dejar que nuestro cerebro decida también puede ser totalmente perjudicial. Es más probable que tomemos decisiones sesgadas y tengamos opiniones firmes si no prestamos atención.
La escalera de inferencia es un modelo mental que puede conducir a juicios rápidos y automáticos con opiniones sesgadas.
Si se utiliza correctamente, la escalera de inferencia también puede ser un modelo poderoso para detectar nuestros razonamientos erróneos y tomar decisiones más racionales.
Al tomar decisiones importantes, identifique en qué peldaño de la escalera se encuentra y haga preguntas que desafíen su pensamiento a medida que sube y baja.
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