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Más allá de la autoestima para la realización personalpor@scottdclary
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Más allá de la autoestima para la realización personal

por Scott D. Clary5m2024/04/14
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Demasiado Largo; Para Leer

He estado pensando en el concepto de autoestima y me he dado cuenta de que podría estar haciendo más daño que bien. Quiero compartir dos argumentos contrarios a la intuición. Desarrollar la autodisciplina es hacer que tu mente sea antifrágil. Minimice los arrepentimientos futuros tomando medidas contundentes ahora.
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He estado pensando en el concepto de autoestima y me he dado cuenta de que podría estar haciendo más daño que bien. Quiero compartir dos argumentos contrarios a la intuición.


Estaba pensando en convertir estas ideas en un boletín informativo hoy y en un boletín informativo la próxima semana, pero creo que tendré algo nuevo sobre lo que quiero escribir la próxima semana, así que les daré mis dos ideas ahora.


La pregunta que suscitó estas ideas fue muy sencilla.


En un mundo centrado en sentirse increíble, ¿por qué tanta gente todavía se siente insatisfecha?


¿Podría ser que el movimiento de la autoestima, aunque bien intencionado, sin querer nos haya hecho menos resilientes y menos capaces?

Sentirse especial no es suficiente; es la autodisciplina y ser dueño de tu vida lo que allana el camino hacia logros duraderos.

Desaprendamos algunos tópicos que nos hacen sentir bien y descubramos el verdadero poder de presentarse, incluso cuando sea difícil.

Parte 1: El poder de la autodisciplina y la responsabilidad personal

Nos estamos ahogando en un mar de consejos de autoayuda que nos dicen que nos amemos más a nosotros mismos. Pero las afirmaciones constantes y la búsqueda de un estado de bienestar no construirán una vida significativa. Se necesita coraje y ser dueño de tus decisiones. Ése es el camino hacia la realización real y el logro duradero.


El experimento Marshmallow y el marco antifragilidad


¿Recuerdas el experimento del malvavisco? Los niños que pudieron resistir el tentador premio tuvieron resultados de vida mucho mejores. ¿Qué nos enseña esto? La gratificación retrasada es la clave del éxito, pero lo más importante es que es como un entrenamiento con pesas para la mente. Esto se relaciona con el concepto de "antifragilidad" de Nassim Taleb. Los sistemas que se fortalecen con el estrés, no que se debilitan, son los que prosperan. Desarrollar la autodisciplina es hacer que tu mente sea antifrágil.


La ilusión de la autoestima: por qué resulta contraproducente


El movimiento de la autoestima suena noble, pero resulta contraproducente de maneras no deseadas:

  1. La trampa de los derechos: Pensar que eres especial sin ganártelo genera derechos. El mundo no te debe el éxito sólo porque existes.

  2. La paradoja de la mentalidad de víctima: una mentalidad de 'juego de culpas' ligada a tu autoestima te mantiene atrapado. Suceden cosas malas. Cuando tu autoestima depende de las acciones de los demás, pierdes todo poder.

  3. Estancamiento del crecimiento: si su objetivo es sentirse bien, evite cualquier cosa remotamente difícil. Sin desafío, no hay crecimiento. El verdadero progreso se logra en la lucha.


Replantear el éxito: el locus de control


En lugar de una autoestima externa y esponjosa, hablemos del locus de control interno. Esta es la creencia de que tus acciones determinan principalmente tus resultados. NO se trata de ignorar factores externos sino de enfocar tu energía en donde SÍ tienes influencia. Este es el verdadero poder.


El poder de la responsabilidad personal: ser dueño de sus decisiones crea agencia


Asumir la responsabilidad desbloquea estos beneficios revolucionarios:

  1. La ventaja del fracaso: cuando los errores se ven como retroalimentación para adaptarse (no como acusaciones personales), se aprende mucho más rápido. Te conviertes en una máquina de mejora incesante.

  2. Romper el círculo vicioso de la procrastinación: no más esperas por el momento o el estado de ánimo perfectos. Te das cuenta de que eres el conductor, por lo que inicias la acción a pesar del miedo o la incomodidad.

  3. Opcionalidad sobre suerte: Creer que controlas tus elecciones te hace proactivo. Desarrollas habilidades, redes y oportunidades. La suerte todavía existe, pero tú la aprovechas mucho más.


Poniéndolo en práctica: desarrollando la autodisciplina y la responsabilidad


A continuación se presentan algunas estrategias concretas, junto con algunas formas menos comunes de pensar en ellas:

  1. Metas como compromisos: No se limite a "intentar" alcanzar objetivos. Enmarca cada objetivo como una promesa que te haces a ti mismo. Esto aumenta las apuestas.

  2. Microhábitos como caballos de Troya: comience poco a poco con nuevos hábitos, ridículamente pequeños. Superar la inercia inicial es la parte más difícil, así que engaña a tu cerebro para empezar.

  3. Auditorías de tentación: ¿Qué te descarrila? No solo sustancias, sino también aplicaciones que te hacen perder el tiempo, personas tóxicas, etc. Elimina o limita sin piedad lo que interfiere con tu concentración.

  4. Buscando arrepentimiento, no consuelo: tome decisiones basándose en la persona en la que no quiere convertirse dentro de 20 años. Minimice los arrepentimientos futuros tomando medidas contundentes ahora.

  5. Aceptando la adversidad como inversión: Cuando las cosas van mal, pregúntese: "¿Qué habilidad me obliga a desarrollar que será valiosa más adelante?"


Conclusión: desarrolle carácter, no tonterías


La autoestima es como el mercado de valores: propenso a fluctuaciones basadas en cosas que no puedes controlar.

La autodisciplina y la responsabilidad son como el interés compuesto: lento al principio, imparable con el tiempo.

El entrenador Wooden acertó; Sólo el carácter garantiza un éxito duradero.

No te distraigas con el algodón de azúcar mental del amor propio sin fin; Construya una mentalidad verdaderamente poderosa y orientada a la acción.

Parte 2: Autoconcepto versus autoestima: ¿quién crees que eres?

La autoestima es pasajera: depende de los buenos días y de los elogios externos.

El concepto de uno mismo es mucho más profundo.


Es tu creencia fundamental sobre el tipo de persona que eres: tus capacidades, rasgos e identidad.

Un concepto fuerte de uno mismo no se trata de arrogancia; se trata de comprender tranquilamente que eres capaz y adaptable y que resuelves las cosas.


Construyendo su autoconcepto: evidencia sobre afirmaciones: no confunda afirmaciones positivas con un fuerte autoconcepto. Esto último se basa en pruebas concretas. Realice un seguimiento de sus logros, tanto grandes como pequeños. ¿Seguiste tu plan de entrenamiento? ¿Has tenido una conversación difícil? ¿Manejó una situación estresante con calma? Estos se convierten en los pilares de la confianza en uno mismo.


El poder del "todavía": mentalidad de crecimiento en acción: deshazte de las etiquetas "Soy bueno/malo en..." que te dejan estancado. Agregue una palabra simple: "todavía". "No soy bueno hablando en público... todavía". "No entiendo las finanzas... todavía". Esto cultiva la creencia en su potencial, lo que motiva la acción en lugar de creencias contraproducentes.


Replantear el fracaso: no es una acusación, son datos: todo el mundo quiere el éxito, pero sin el fracaso no aprenderá ni crecerá. Dale la vuelta al guión: considera los errores no como evidencia de tu insuficiencia, sino como puntos de datos valiosos. ¿Qué salió mal tácticamente? ¿Qué conjunto de habilidades subyacentes faltan? ¿Qué se puede ajustar para la próxima vez? Esto crea un ciclo de mejora continua.


El interés compuesto de la confianza en uno mismo: las pequeñas victorias importan: no subestimes las pequeñas victorias. Los éxitos constantes, incluso los aparentemente menores, reescriben lentamente su concepto de sí mismo. La persona que se ajusta a su presupuesto este mes o finalmente establece límites con un amigo difícil está desarrollando el músculo mental de la confianza en sí mismo. Esto produce enormes dividendos más adelante, cuando se abordan desafíos mayores.


Aplicaciones prácticas: cambios internos para victorias externas


Aquí te presentamos algunas estrategias para fortalecer tu autoconcepto y transformar tu relación ante los contratiempos:

  1. El tarro de los logros: simple pero poderoso. Cada semana, escribe algunas cosas que hiciste y de las que estés orgulloso. Cuando dudes de ti mismo, léelos como recordatorios.

  2. Busque desafíos en la zona de crecimiento: permanezca en su zona de confort demasiado tiempo y su concepto de sí mismo se estancará. Elige una cosa ligeramente fuera de tus habilidades actuales y afrontala.

  3. "Currículums fallidos": junto con sus éxitos, enumere los fracasos. Oblígate a analizar lo que aprendiste , no sólo cómo te sentiste. Desestigmatiza el proceso.

  4. Reemplace la autocrítica con curiosidad: en lugar de "Soy un idiota", pregunte: "¿Por qué ese enfoque no funcionó? ¿Cómo podría hacerse mejor?".


Es una práctica, no un estado perfecto


Desarrollar un fuerte sentido de autoconcepto y resiliencia es trabajo.

Habrá contratiempos.

Lo que importa es que sigas eligiendo verte a ti mismo como alguien que resuelve problemas, que se adapta y, lo más importante, que sigue apareciendo en el juego.


- Scott


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