Los gigantes tecnológicos han transformado el mundo moderno, trayendo una nueva era de conectividad e innovación que afecta todos los aspectos de nuestras vidas.
Estas potencias han sido celebradas por sus tecnologías y servicios innovadores que, entre otras cosas, redefinen la forma en que se realizan negocios y cómo las personas se conectan con el resto del mundo.
Sin embargo, detrás de escena, un lado más oscuro ha eludido con frecuencia el escrutinio público: una intrincada red de preocupaciones sobre la privacidad, prácticas monopólicas y la inmensa influencia social que ejercen estos titanes digitales.
"Es necesario prestar mucha más atención a los problemas de la privacidad de los datos, ya que son fundamentales para nuestras vidas en línea", afirma Cox.
"Hoy en día hay generaciones de personas que todavía mantienen un sentimiento de confianza cuando hacen clic en los famosos 'términos y condiciones', por ejemplo, pero lo que muchos de ellos no entienden es que, al hacerlo, las empresas pueden utilizar los datos con fines de lucro."
Cox enfatiza que al compartir libremente información privada, la gente común y corriente se expone a la explotación. En los últimos años se han producido miles de violaciones de la privacidad en todo el mundo, de las cuales casi 2.000
"Ahora, más que nunca, necesitamos crear conciencia e impulsar regulaciones que puedan abordar este enorme problema".
Además, las empresas de tecnología influyen enormemente en el discurso público a través de sus algoritmos y plataformas publicitarias, especialmente en la difusión de noticias y determinadas opiniones políticas.
Han surgido preguntas sobre la transparencia de estos procesos y su potencial de manipulación o sesgo en la formación de la opinión pública.
Esto también ha creado implicaciones éticas específicas, incluidas cuestiones como el sesgo algorítmico y la responsabilidad de estas empresas de abordar desafíos sociales como la desinformación, el discurso de odio y el acoso en línea.
"Entiendo que ninguno de estos puede ser erradicado por completo, pero en la situación actual, a menos que la gente se eduque a fondo sobre el tema, apenas hay nada que puedan hacer para protegerse de manera eficiente", cree Cox.
Más allá del ámbito de la información y la privacidad, la concentración de poder en manos de unos pocos gigantes tecnológicos también está generando preocupaciones sobre la competencia leal y el dominio del mercado. Algunas empresas ya han sido acusadas de prácticas monopolísticas que sofocan la competencia y limitan las opciones de los consumidores.
Además, su influencia sobre las empresas más pequeñas es indiscutible, ya que tienen mucho más poder para ahogarlas. A diferencia de,
"Las grandes empresas llevan mucho tiempo aprovechándose de las pequeñas empresas", dice Cox. "Érase una vez, podías salir y ver todas estas tiendas geniales y únicas, y ahora todo son grandes cadenas en cada esquina. Nosotros, como sociedad, debemos comenzar a recuperar este poder antes de que se salga completamente de control".
La naturaleza explotadora de las grandes empresas tecnológicas en lo que respecta a las condiciones laborales también ha sido tema de debate. Algunos informes han destacado prácticas laborales cuestionables dentro de la industria, incluidas largas jornadas y entornos de alta presión.
Como explica Cox, mientras existan regulaciones laborales o leyes laxas en materia de seguridad de los trabajadores, las empresas pueden seguir ignorando el bienestar físico y mental de los trabajadores.
"A veces no puedo creer que estamos en 2023 y todavía tenemos que hablar sobre el trabajo forzoso. Es horrible, así que he estado tratando de mostrarle a la gente que las cosas se pueden hacer de manera diferente siempre y cuando luchemos persistentemente".
Aunque el camino hacia un futuro más seguro en un mundo impulsado por la tecnología es largo y sinuoso, Cox cree firmemente que al brindar programas educativos integrales accesibles a personas de todos los ámbitos de la vida, las personas pueden adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para tomar decisiones informadas. proteger su privacidad y garantizar el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Si bien las grandes corporaciones suelen ejercer un enorme poder e influencia, Cox sostiene que los individuos unidos pueden impulsar el cambio y responsabilizar a estas corporaciones por sus acciones.
"La tecnología debería ser una herramienta para una transformación positiva en lugar de una fuente de desigualdad y daño. Al abogar por la transparencia, las prácticas éticas y el uso responsable, podemos encaminar el rumbo hacia un futuro más seguro", dice Cox.
Esta historia fue distribuida como un comunicado por Ascend bajo el programa Brand As An Author de HackerNoon. Obtenga más información sobre el programa aquí: https://business.hackernoon.com/brand-as-author