Los gerentes a menudo están tan ocupados cumpliendo con las demandas de su función que no logran desarrollar ninguna habilidad de liderazgo. Piensan que trabajar más duro y mantener felices a las partes interesadas algún día les permitirá alcanzar una posición de liderazgo.
Y algunos de esos directivos llegan a puestos de liderazgo. Pero sin desarrollar primero las habilidades necesarias, fracasan terriblemente en su trabajo. Obtienen el título pero no la confianza y el respeto de su gente.
El camino desde la gestión hasta el liderazgo a menudo no está claro. Esto hace que muchos directivos con gran potencial de liderazgo se queden estancados en sus puestos de trabajo.
Para pasar de la gestión al liderazgo, los gerentes deben comprometerse a practicar algunas habilidades esenciales. Necesitan ampliar sus habilidades de pensamiento, contribuir más allá de su equipo y aprender a conectar ideas de diferentes disciplinas y dominios.
En lugar de intentar ganarse el título de liderazgo, primero deben centrarse en ser vistos como líderes.
A continuación se presentan algunas prácticas clave que pueden ayudar a los gerentes a dar el salto al siguiente nivel:
La planificación táctica (determinar cómo se debe hacer algo, crear un plan detallado para lograr el objetivo y ejecutarlo dentro de los plazos de entrega esperados) es una gran parte del trabajo de un gerente.
Los gerentes son responsables de la eficiencia: hacer las cosas con el mínimo de tiempo, costo y recursos. Dan vida a la estrategia de la organización al determinar “cómo” y “cuándo” se debe hacer algo.
Pero el papel de un líder es muy diferente. No participan en la ejecución diaria ya que dedican gran parte de su tiempo al pensamiento estratégico.
El pensamiento estratégico implica:
Adoptar una visión de largo plazo hacia el futuro.
Mirar más allá de lo obvio y ahora impulsar y dar forma al futuro incierto.
Tomar decisiones difíciles al determinar qué camino tomar y cuál abandonar.
Evaluar el costo y hacer concesiones.
Vivir con un problema pequeño y sin importancia y poner energía y centrarse en otras ideas y actividades importantes que requieren planificación y ejecución a largo plazo.
Para pasar de la gestión al liderazgo, es necesario pasar de la planificación táctica al pensamiento estratégico: identificar qué se debe hacer y por qué es lo correcto. Centrarse en la eficacia (hacer lo correcto) es lo primero y luego viene la eficiencia (hacerlo bien).
El pensamiento estratégico, la capacidad de visualizar el largo plazo mientras se planifica el corto plazo para alinearse con el largo plazo, es una habilidad de liderazgo fundamental.
La inteligencia, la imaginación y el conocimiento son recursos esenciales, pero sólo la eficacia los convierte en resultados. Por sí solos, sólo ponen límites a lo que se puede lograr. Para ser razonablemente eficaz no basta que el individuo sea inteligente, trabaje duro o tenga conocimientos. La eficacia es algo aparte, algo diferente. Pero para ser eficaz tampoco se requieren dones especiales, aptitudes especiales o entrenamiento especial. Practica la efectividad hasta que se convierta en un hábito. La eficacia se puede aprender, y también hay que aprender.
- Peter Drucker
Pensar estratégicamente no es una habilidad que se adquiere cuando se convierte en líder, es una habilidad que se desarrolla para llegar a la posición de liderazgo. Al igual que otras cosas en la vida, es un músculo que mejora con la repetición y la práctica.
Para comenzar su viaje de pensamiento estratégico, haga esto:
El pensamiento estratégico es un proceso continuo. Audite, investigue y ajuste su estrategia en función de lo aprendido del pasado.
Un gerente tiene la tarea del crecimiento y desempeño de su equipo. Les ayudan a alcanzar la excelencia sin comprometer su bienestar.
Pero su impacto sigue siendo limitado porque no miran más allá de los límites de su equipo.
Los líderes no se limitan a un equipo o a unos pocos empleados. Contribuyen a iniciativas y programas a nivel organizacional.
Esto implica diseñar estrategias, implementar e invertir continuamente en estas áreas:
Un buen líder debe comprender lo que constituye una buena vida y cómo ayudar a las personas a encontrarla. El trabajo de un líder no es proporcionar un sueldo y beneficios: se trata de ayudar a las personas a ser verdaderamente felices y encontrar sentido a su trabajo y a su vida. Cuando un líder tiene éxito en esto, desbloquea un desempeño real.
—Rasmus Hougaard
Para pasar de la gestión al liderazgo, identifique de forma proactiva formas de contribuir a estos programas.
Una vez que se gane su confianza, estarán dispuestos a brindarle mayores y mejores oportunidades. Al contribuir a iniciativas a nivel de organización, no solo generará credibilidad sino que también obtendrá la visibilidad necesaria para dar un paso adelante en su función.
Si bien los gerentes se comunican y colaboran entre múltiples equipos y funciones, apenas dedican tiempo a desarrollar una visión integral del negocio, las operaciones, el diseño, la atención al cliente y otras funciones similares en su organización.
Demasiado enfoque en la excelencia en la ejecución les impide hacer una pausa y tomarse el tiempo para comprender cómo funcionan las diferentes funciones o los desafíos que enfrentan. Esto les impide contribuir a ideas más allá de su función o resolver problemas aprovechando soluciones de otros dominios. Sin conocimiento de las diferentes posibilidades, se ven obligados a trabajar bajo limitaciones.
La calidad de nuestro pensamiento está influenciada en gran medida por los modelos mentales que tenemos en la cabeza. Si bien queremos modelos precisos, también queremos una amplia variedad de modelos para descubrir lo que realmente está sucediendo. La clave aquí es la variedad. La mayoría de nosotros estudiamos algo específico y no nos exponemos a las grandes ideas de otras disciplinas. No desarrollamos la mentalidad multidisciplinaria que necesitamos para ver un problema con precisión. Y como no tenemos los modelos adecuados para comprender la situación, abusamos de los modelos que tenemos y los utilizamos incluso cuando no pertenecen.
-Shane Parrish
Los líderes establecen una visión de extremo a extremo de su organización. Se involucran en un pensamiento multidisciplinario para aprovechar su conocimiento y experiencia en diferentes equipos y funciones sin estar limitados por un dominio en particular.
Para pasar de la gestión al liderazgo, dedique tiempo conscientemente a aprender sobre los diferentes equipos y funciones:
Cuantos más modelos mentales tenga en su caja de herramientas, mejor equipado estará para comprender el problema y determinar las posibles acciones que puede tomar. Tus habilidades de liderazgo brillarán cuando dediques tiempo conscientemente a convertirte en un pensador multidisciplinario.
Jim Rohan dijo la famosa frase: "Eres el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo".
Si pasa la mayor parte de su tiempo con otros gerentes, sólo ampliará sus habilidades de gestión. Para desarrollar habilidades de liderazgo, es necesario aprender de los mejores.
Mira a tu alrededor. ¿A qué líderes admira y respeta más? Si no tiene muchos líderes de este tipo en la organización, utilice su red para encontrarlos.
\Reúnete con ellos para charlar café y muestra curiosidad por entender:
Al pasar tiempo conscientemente con otros líderes, obtendrá información sobre los comportamientos y prácticas de líderes verdaderamente grandes. Aprenderá a diferenciar entre qué comportamientos crecen e impulsan a la organización hacia adelante y qué comportamientos la hacen retroceder.
\Otra excelente manera de hacerlo es leer libros, escuchar podcasts y seguir a esas personas en las redes sociales. Pueden moldear profundamente su forma de pensar compartiendo sus consejos y experiencias de vida. Puedes integrar esa actitud en las prácticas diarias en el trabajo, ver qué funciona y ajustarla para adaptarla a tus necesidades.
Los mejores líderes son aprendices de por vida; toman medidas para crear organizaciones que fomenten e inspiren el aprendizaje en todo momento. Los líderes más eficaces son aquellos que se dan cuenta de que lo que más cuenta es lo que se aprende después de saberlo todo.
- John de madera
Convertirse en líder es un proceso gradual, no algo de un día. Comienza con el cambio de mentalidad correcto y eventualmente aparece en todo lo que haces.
Los gerentes asesoran y entrenan a sus equipos. Están constantemente involucrados en cerrar la brecha entre las habilidades que su equipo necesita y las habilidades de las personas de su equipo.
Sus comentarios se centran en cómo les está yendo a los miembros de su equipo y qué pueden hacer para mejorar. Pero este tipo de retroalimentación es muy transaccional: los gerentes ayudan a los empleados a mejorar en áreas que beneficiarán al equipo. Rara vez se tienen en cuenta las aspiraciones o el potencial de un individuo.
La retroalimentación de los gerentes también se limita a los límites del equipo. Otros equipos o funciones no se acercan a ellos para pedirles orientación y consejo.
Esto deja a los empleados:
Aquí es donde los líderes entran en escena. Son asesores profesionales de confianza que son buscados por su capacidad para aportar claridad y arrojar luz sobre las carreras de las personas. No los mueve el beneficio personal ni consideran el beneficio de la organización antes de asesorar a alguien. Sólo tienen un objetivo: buscar claridad sobre lo que quiere la otra persona y ayudarla a realizar su verdadero potencial.
Jack Welch dijo la famosa frase: “Antes de ser un líder, el éxito consiste en crecer uno mismo. Cuando te conviertes en líder, el éxito se trata de hacer crecer a los demás”.
Para ascender de la gestión al liderazgo, conviértase en un asesor de confianza. Para hacer esto, abra su calendario para asesorar a empleados de otros equipos y funciones. Ser visto como alguien que ha invertido en su crecimiento sin esperar nada a cambio.
Salir de los límites de su equipo e invertir en la construcción de otros no pasará desapercibido. Convertirse en una persona en la que los demás confían será de gran ayuda para dar visibilidad a sus habilidades de liderazgo.
Lo más importante que puede hacer para construir su organización y llevarla al siguiente nivel es CONSTRUIR PERSONAS. Tu gente.
- Benjamín Suulola
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