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Un mercado es un mercado.

by Romina SacherJanuary 10th, 2016
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Un mercado es un mercado.

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Un mercado es un mercado.

Hoy fuimos a Brick Lane es un mercado a la afueras en el East London que es como la parte mas nueva y remodernizada de Londres. Es la parte de City of London propiamente dicha que no depende de Westmisnster.

Es una ciudad independiente tiene sus propias leyes, su propia policía y sus propias reglas y si la Reina quiere entrar tiene que pedir permiso como al alcalde de la ciudad. (Obvio que siempre le dicen que si porque no quiere terminar en el fondo de Tamesis).


Te das cuenta que estas en la City porque hay pilares negros en las calle con el escudo de la ciudad que no es el mismo que el que vemos siempre. Tiene dos leones a los costados como custodiando la entrada de la ciudad.Los fines de semana es un desierto porque como hay empresas y oficinas a lo Retiro un domingo es una ciudad fantasma.

Hay peatonales internas que abren paso a vistas de lujo de los rascacielos mas importantes de la ciudad como el Gerkin.

Una vez que pasas por esa zona llegas a la parte de Spitalfileds y Brick Lane. Tiene la fisonomia de un Palermo Soho o Palermo Viejo. Tipo la parte de Cordoba. Con mercados de pulgas y venta de ropa vintage con puestos en la calle.

Hay un puesto de empanadas argentinas: carne, pollo jamón y queso y la famosa capresse. 3 por 5 libras. Recomendable si estas extrañando la comida de tu vieja.


Esa parte hace unos cuantos años era un desastre y la levantaron y la rescataron toda. Esta graffiteada por donde la mires. Arte, moda, artistas callejeros y hasta un taxi viejo que funciona como puesto de venta de café. Todas las paredes intervenidas y en los puestos encontras ropa de marca, adaptadores de enchufes, anteojos, sombreros, productos de limpieza y hasta bolsas de arpillera gigantes que solían contener café y ahora las venden como objetos de decoración.

Pasando el mercado llegas a Shoreditch la calle que lleva a la estación de tren. La cual es sin duda la estrella de la zona con graffitis, pintadas y hasta una canchita de fútbol 5 sintético por si pinta para un picadito después de las empanadas.

Ya para emprender la vuelta, frente a la estación la bus stop y el puente del tren, te despide un alambrado que de a poco empieza a llenarse de candados porque como en el puente de las artes de Paris, la fuente en Montevideo o este alambrado de Shoreditch el amor hay que celebrarlo porque la promesa del amor eterno nos hace inmortales.