Antes de empezar a trabajar en Codeando México estaba decepcionado del gobierno en todos los niveles. Mi experiencia de innovación, apertura y de hacer las cosas distintas solamente acababa siendo open washing mal ejecutado. Comencé a trabajar en el servicio público porque creía que podía promover un cambio desde adentro, tener el privilegio de ejecutar proyectos que pueden tener impacto para toda una ciudad me parecía el camino a tomar. Resultó que los juegos de poder y la politiquería pueden más que el deseo de hacer bien las cosas. Aquella plática en la que Juan Pablo me contó de la posibilidad de trabajar en los proyectos de Codeando sin tener que lidiar con los juegos de poder y realmente buscar resultados fue la mejor oportunidad de probar que no todo estaba perdido.
Trabajar desde Codeando México ha sido un honor y me ha dado la oportunidad de recuperar algo de esperanza en que se pueda tener un gobierno abierto de verdad. En este año y poco he conocido a empresas de todo el país que han comprendido que el desarrollo de una empresa no significa ser tan grande como Facebook sino realizar proyectos que generen cambios en cómo vive la gente y que eso puede significar desarrollar una aplicación de gobierno, he conocido a gente dispuesta a dar su fin de semana o las horas después del trabajo para desarrollar una solución útil. He encontrado a servidores públicos excepcionales en realizar su trabajo diario, que poco a poco cambian la cultura de cómo se piensa en el servicio público.
Pero también me ha dado la oportunidad de entender que el rol de sociedad civil y la iniciativa privada (cuando se le ponen reglas claras), es clave en hacer que esto ocurra. Durante este periodo he conocido a personas brillantes, tanto de Latinoamérica, como de otras regiones, en el sur y en el norte, que a diario buscan que el trabajo que hacen tenga impacto en la vida diaria de las personas, ya sea haciendo que su gobierno sea más transparente, acercando a la gente correcta para colaborar, desarrollando las tecnologías que permiten que el gobierno pueda responder mejor a las necesidades de a quienes sirve.
Mi tiempo aquí se termina pero me quedo con el equipo excepcional con el que siempre conté y con todo el aprendizaje que esta organización me dejó.
El futuro es incierto, pero estoy seguro de que seguiré yendo en este camino de una u otra forma. Seguiré descubriendo el camino y espero seguir encontrando un montón de gente brillante para trabajar. Y como no desaparezco, uno siempre puede encontrarme en mi correo (que tardo en responder pero nunca falla) o en twitter.
Esto ilustra bien y es un pequeño tributo a Bowie que se acaba de ir de acá. La imagen tomada de http://quotlr.com/image/1743