A primera vista, Open Banking y Blockchain son dos razas tecnológicas que han estado acelerando como dos superdeportivos en carriles paralelos. Una carrera de resistencia de dos ideas que han redefinido la forma en que entendemos y consumimos los datos financieros, la libertad y la toma de decisiones.
Nadie ha hablado nunca sobre cómo se cruzan esas ideas, cómo se encuentran y qué pueden significar una para la otra. Pero primero, es importante entender qué es exactamente la banca abierta.
Open Banking es un concepto que inició una revolución en la industria bancaria, al permitir a los clientes compartir sus datos financieros con terceros regulados a través de API (interfaces de programación de aplicaciones) desarrolladas por los bancos.
Hasta la llegada de la banca abierta, esta información estaba disponible exclusivamente para los bancos, quienes no han hecho mucho para maximizar su uso para brindar un valor adicional a sus clientes. Por otro lado, los proveedores externos desarrollan constantemente nuevos casos de uso para aprovechar al máximo los datos financieros de los clientes.
Con acceso fácil y seguro a información en tiempo real sobre transacciones y la posibilidad de iniciar pagos, los proveedores externos pueden ofrecer una cartera completamente nueva de funciones y servicios a los clientes bancarios.
Uno de los casos de uso más comunes son las aplicaciones de administración de finanzas personales (PFM), que permiten a los usuarios administrar e interactuar con sus finanzas sobre la marcha, en un solo lugar.
Esencialmente, con la llegada de la banca abierta, los clientes pasaron de un ecosistema completamente cerrado (banca tradicional) a un ecosistema abierto que les da más libertad y opciones cuando se trata de sus datos financieros.
¿Pueden las criptomonedas y la banca abierta trabajar juntas y, en caso afirmativo, cómo?
Vamos a sumergirnos.
Lo que la mayoría de la gente no se da cuenta es que la criptomoneda ya no es una idea marginal o un experimento de culto. Para darle un poco de contexto, en abril de 2021, el
A pesar de su gran adopción y éxito, las criptomonedas aún tienen camino por recorrer para convertirse en la corriente principal. Los lazos de confianza y hábito entre las personas y la banca tradicional son demasiado fuertes para que las personas migren completamente a soluciones criptográficas y basadas en blockchain.
Incluso cuando las personas quieren ingresar al mundo de las criptomonedas, la primera interacción es bastante torpe. La mayoría de los intercambios aceptan pagos con tarjeta o transferencias bancarias manuales. En ambos escenarios, la experiencia del usuario es mala porque:
Ingresa a la banca abierta.
La banca abierta es el lubricante para la fricción de incorporación criptográfica . Un protocolo digital que elimina todos los desafíos de seguridad asociados con los pagos digitales. Sin requisitos previos de pago heredados, permite a los usuarios usar sus cuentas bancarias para transferir dinero directamente.
Al implementar el protocolo de banca abierta, los pagos se redirigen sin problemas al sitio del banco del usuario al finalizar la compra. Después de eso, solo es cuestión de completar el proceso de autenticación y regresar a la página original.
Además de ser un proceso muy fácil de seguir, ver el entorno del banco en el que confían crea una sensación de seguridad para el usuario. Volviendo al paso de autenticación, la banca abierta simplifica el proceso de varios pasos, que alguna vez fue engorroso.
¿Cómo? Los clientes pueden confirmar su identidad a través de soluciones biométricas, ya sea con una huella digital o mediante reconocimiento facial. Rápido, fácil y sin comprometer el nivel de seguridad que reciben.
La banca abierta es la tecnología ideal para integrarse con intercambios criptográficos porque:
La banca abierta es la tecnología que puede influir en los clientes para que usen las criptomonedas con más libertad, ya que integra a la perfección una experiencia bancaria con la que están familiarizados. Los beneficios de la banca abierta aún no son tan evidentes como deberían, pero el tiempo corre del lado del protocolo digital. Cuanto más se adopte la iniciativa, más personas se educarán sobre sus beneficios.
La banca abierta y las criptomonedas son una combinación perfecta, y esto se hará más evidente en el futuro cercano.