La debacle del pin Humane AI está causando sensación a medida que los consumidores rechazan el dispositivo por no cumplir con sus estándares, o incluso con las expectativas. Sus limitaciones físicas y fallas de software han dejado a los compradores molestos porque el producto no justifica el precio de $700.
Pero el pin Humane AI no es el primer dispositivo tecnológico que falla. Apple Newton, Nintendo Virtual Boy, Microsoft Zune y Sony Betamax son sólo algunos de los muchos ejemplos de tecnologías que no lograron triunfar. Netscape, Windows 8 y AOL son otros ejemplos de tecnologías de Internet que comenzaron con fuerza pero no lograron mantener su participación de mercado, cediendo usuarios a otras tecnologías.
Google Glass era un dispositivo de 1.500 dólares destinado a ofrecer a los usuarios la posibilidad de acceder a información simplemente mirando a través de la lente, pero su capacidad para grabar discretamente significó que muchos lugares privados negaran el acceso a sus usuarios.
El reloj inteligente Pebble fue una buena idea, pero no pudo mantener su posición en el mercado una vez que Apple y Samsung ingresaron al mercado de los relojes inteligentes.
Entre las empresas más recientes y notorias del ámbito farmacéutico y de la salud se encuentra Theranos. La empresa, encabezada por su fundadora Elizabeth Holmes, afirmaba tener una máquina que contaba con tecnología de diagnóstico sanguíneo, que supuestamente podía detectar numerosas enfermedades con tan solo una gota de sangre. Desafortunadamente para Holmes, quedó atrapada en sus mentiras y fue encarcelada por fraude.
Ideas locas como lasaña de Colgate, Water Bra de Evian o Face Trainer demostraron que es mejor dejar algunos productos en la mesa de dibujo.
Quizás el Humane AI Pin sea un completo fracaso debido a sus muchas fallas. O simplemente está adelantado a su tiempo y puede que sólo necesite algunos ajustes y un marco temporal tecnológico diferente para encajar y tener más sentido.
Los fundadores y creadores de cualquier empresa y producto tecnológico deben ser conscientes de la competencia, el mercado, el estado de ánimo de los consumidores con respecto a la economía y, lo más importante, si realmente existe una necesidad de lo que se está fabricando.
Hay muchos inventos que nunca tuvieron ningún uso real o práctico. Los que tuvieron éxito son aquellos que los consumidores querían o necesitaban y podían pagar.
Las empresas de tecnología deben prestar atención a estos factores y operar en consecuencia. De esta manera, se pueden evitar debacles como el pin Humane AI.