Hay ciertos momentos en la historia de la inversión en los que las tendencias se transforman en oscilaciones totales del mercado, y es difícil encontrar un mejor ejemplo que las estrategias de inversión ambiental, social y de gobernanza. El enfoque de la inversión ESG siempre estuvo en la sostenibilidad, la responsabilidad corporativa y la gobernanza ética, y realmente ha transformado la forma en que los inversores individuales e institucionales han asignado capital en la última década.
Sin embargo, en los últimos años, la inversión ESG ha cambiado radicalmente. Ha habido muchos críticos de la estrategia, especialmente en lo que respecta a las métricas de rendimiento, y las preocupaciones sobre el “lavado de imagen verde” también han generado enormes dudas sobre los verdaderos impactos de estas estrategias. Esto ha llevado a un creciente debate: ¿la inversión ESG está perdiendo su atractivo o está evolucionando hacia un mercado más maduro y transparente?
En la década de 1960, existía un término similar para la inversión, llamado inversión socialmente responsable (ISR). Este fue realmente el comienzo de la ESG, pero la inversión ISR evitaba principalmente ciertas industrias, como el tabaco y las armas. Con el paso de las décadas, la ISR evolucionó hacia el marco ESG más amplio, que ganó fuerza significativa en la década de 2000. Después de la crisis financiera de 2008, creció aún más a medida que los inversores querían opciones de inversión más seguras y responsables. Y en la década de 2010, la ESG se transformó en una estrategia de inversión convencional desde el nicho en el que comenzó como una oferta.
La pandemia de COVID-19 aceleró aún más el crecimiento en este sector, ya que puso de relieve cómo las empresas pueden ser actores importantes a la hora de abordar los desafíos globales. Maxim Manturov, director de investigación de inversiones de Freedom24, explicó:
“La pandemia de COVID-19 ha dejado en claro que las corporaciones desempeñan un papel crucial en la solución de problemas globales. Los gobiernos por sí solos no pueden resolver problemas como las enfermedades, el cambio climático, la seguridad en el lugar de trabajo o la desigualdad salarial basada en el género y la raza. Estos problemas afectan a personas de todo el mundo y requieren los recursos y la experiencia de las corporaciones para abordarlos.
Entonces, ¿qué hace que una acción sea una buena inversión ESG? Una buena empresa ESG se centra en apoyar programas ambientales, cuidar a sus empleados, hacer una contribución positiva a las comunidades locales y generar valor para los accionistas. Es importante validar su reputación a través de agencias de calificación ESG como MSCI y Sustainalytics.
El desempeño financiero sigue siendo fundamental para la inversión ESG. Como inversor ESG, puede promover un comportamiento corporativo responsable sin sacrificar la rentabilidad. Los inversores institucionales utilizan las calificaciones ESG para respaldar los altos estándares de las empresas, y los inversores individuales pueden hacer lo mismo. Al invertir en empresas líderes en ESG, apoya iniciativas como la eficiencia energética, la reducción de residuos, lugares de trabajo más seguros y prácticas comerciales éticas”.
A nivel mundial, se prevé que las inversiones ESG sigan expandiéndose. Según
Sin embargo, los últimos años no han sido tan optimistas en el ámbito de la inversión ESG. El mayor desafío ha sido la cuestión de "
El siguiente tema para la inversión ESG es el desempeño financiero. Un informe de la
Desde entonces, el sentimiento de los inversores ha sido dispar. Algunos siguen comprometidos con los criterios ESG por razones éticas, mientras que otros se preguntan si estos fondos realmente están generando rentabilidades a largo plazo.
A pesar de los desafíos que enfrenta la inversión ESG, es probable que esté evolucionando en lugar de morir a medida que ingresa en una fase de crecimiento y consolidación más lentos. Es natural para cualquier área de crecimiento o inversión. A medida que el mercado comienza a madurar, necesita una mejor regulación y transparencia. Una vez que tenga eso y restablezca la confianza de los inversores, puede continuar creciendo. Los principios básicos de sostenibilidad , responsabilidad corporativa y gobernanza no desaparecerán, especialmente en esta era digital transparente e impulsada por los datos. Sin embargo, para recuperar la credibilidad, se necesitan mejores análisis y rendición de cuentas.
En cuanto al desempeño, es probable que exista una razón por la que las estrategias ESG no están logrando un desempeño superior, según Scientific Beta. Se descubrió que muchas estrategias ESG se basan en calificaciones superficiales en lugar de un análisis profundo y fundamental de las empresas, lo que refuerza la necesidad de mejores estrategias ESG que vayan más allá de los criterios simples. La evolución puede conducir a mejores resultados para todos en este escenario.
En resumen, los criterios ESG han experimentado un crecimiento significativo, pero ahora, en su etapa madura, hay muchos desafíos, ninguno de los cuales es mayor que el lavado de imagen ecológico y el bajo rendimiento de los activos. Dicho esto, es probable que los criterios ESG no hayan muerto, sino que estén evolucionando. Las proyecciones de crecimiento a largo plazo, junto con un mayor escrutinio regulatorio, sugieren que la inversión ESG debería seguir siendo una parte importante de los mercados financieros en el futuro.
Los inversores, ya sea que quieran invertir en línea o fuera de línea, deben mantenerse informados, comprender las limitaciones de las estrategias ESG y ser conscientes de los riesgos de lavado verde.